
Carta de Omar Souto,socio refundador!!!!!
7 octubre, 2015Volver
Buenos Aires, cualquier mañana de septiembre de 2014,
Suena la alarma de su celular, Carlos se levanta como todos los días, desayuna, despierta a sus hijos, se despide de su mujer y sale a trabajar como todas las mañanas de la semana.
Al finalizar su día, decide comprar una cafetera, una de esas modernas, la de las capsulas de distintos sabores y aromas. La deja reservada porque no había en stock y como confía en esa cadena de electrodomésticos la paga y se va con la promesa que, en no más de una semana, le estarán entregando su cafetera.
A los 15 días, Carlos no tiene novedades acerca de su compra. Ninguna persona de la empresa lo llamó para informarle que pasaba con su compra. El decide llamar
Y reclamar. Le siguen dilatando el tiempo de entrega. Pasa un mes y los $2880 que
destinó para la compra de la cafetera siguen en poder de la cadena de electrodomésticos y el sigue sin su cafetera. Pasó un mes, dos meses. Carlos muy enojado acude a defensa al consumidor y a los 3 meses recibe su cafetera.
Buenos Aires, cualquier jueves de agosto de 2015,
Alberto decide sorprender a su hija adolescente y comprarle un par de tickets para el próximo show que dará Ariana Grande en Argentina. Compra las entradas a través de Internet a un precio muy elevado pero sabiendo que le dará un gran obsequio a su hija que adora la increíble voz de esta gran artista. Al día siguiente manda a buscarlas pero le dicen que lamentablemente el show no se realizará porque la cantante suspendió la gira y que debe pasar a retirar el reembolso de su dinero en una semana, por las oficinas de la ticketera. La desilusión fue grande para él pero sobre todo para su niña que ya se imaginaba emocionada coreando las canciones de su cantante preferida, junto a miles de fans. Llega el día de retirar el dinero. Lo manda a buscar y la persona encargada de hacer la devolución, le dice con una explicación no muy convincente que todavía no tienen los $2880 para reintegrarle. Le dicen también, que en breve le informarán vía web cuando deberá retirarlo. Alberto muy enojado acude a defensa al consumidor y a los 2 meses y medio recibe su dinero.
Buenos Aires, cualquier atardecer de octubre de 2015,
Rubén camina unos pasos para llegar al Pago Fácil de un kiosco de Villa del Parque
Los mismos pasos que repitió mes a mes durante los últimos 24 meses.
La emoción lo invade, las manos le sudan, los recuerdos se le presentan, uno a uno en su mente: la caminata de mano de su papá por la calle Santander con la camisetita de piqué, la primera vez que se asomó a ver el verde césped al salir
por la boca de entrada a aquella platea, el primer grito de gol en conjunto y ese abrazo interminable con su papá para celebrar. Pero también se vinieron los otros recuerdos, los de la desolación, los de los días grises de nomadismo, el de la cargada inescrupulosa de los ignorantes, los del despojo, los del robo, los de la complicidad, los del fraude y la tristeza infinita.
Pero bueno, de un sacudón de cabeza, se deshizo como pudo de sus pensamientos.
Rubén estaba pagando la última cuota de su metro cuadrado para que el club de sus amores, San Lorenzo de Almagro, volviera al sitio donde nunca debería haberse ido: Boedo.
Listo, se dijo Rubén, ya está. Su ilusión, la de su papá y la de todos los cuervos
del mundo se estaba haciendo realidad. Salió del kiosco y en las cuadras que separaban al negocio de su casa, se fue haciendo cálculos de tiempos de construcción del estadio, de capacidades de las tribunas y demás.
Pero los días pasaron, pasaron las semanas y los meses; y los plazos de demoliciones, desplazamientos y obras del estadio que le habían prometido al pagar los $2880 del metro cuadrado, no se cumplieron.
Rubén, muy enojado, comenzó a pedir explicaciones del incumplimiento, pero no por sus $2880, sino por la palabra empeñada, por los 100.000 hinchas que colmaron la plaza de Mayo, por los 22.000 locos de amor por un club
que expusieron su corazón delante de todo el mundo futbolero y no futbolero,
por el querido Loco Adolfo y Diego, por el incansable Culotta, por nuestros viejos que se nos mueren y se van a quedar sin volver a pisar tierra santa y por nuestro hijos a los que estábamos a punto de enseñarles la historia más justa, heroica y maravillosa del fútbol argentino y mundial.
Y siguieron pasando las horas, los días y los meses; y si bien Rubén mastica bronca, hay algo que lo calma, que lo ilusiona y que lo hace continuar: él tiene la certeza que tarde o temprano el Estadio del Club San Lorenzo de Almagro volverá a Avenida La Plata al 1700.
Queridos cuervos:
Estamos pagando, por amor al club, algo que no tendríamos que estar pagando
nosotros sino el Estado como reparación del daño causado, por el despojo ilegal de nuestras tierras y por el lucro cesante de tantos años de no haber sacado el provecho económico que nos hubiera generado estar ubicados en semejante lugar de la ciudad.
A pesar de estar pagando algo que nos tendrían que devolver sin poner un centavo, no cumplen con las leyes, ni con los plazos y encima de todo, no nos informan desde el club el motivo por el cual no se cumple con los plazos firmados.
El Estado, la Empresa y la dirigencia del Club deberían informar segundo a segundo
Cada paso en el camino a la vuelta a Boedo.
El ejemplo del cuento es simplemente para hacer notar que uno cuando compra cualquier cosa (aunque sea una pizza), tiene que recibir lo que compró (la pizza)
y en el caso que por algún motivo no se lo entreguen, nos deben dar una explicación y sentirse en deuda con el comprador que no recibió su producto. Y en el caso que este tiempo de entrega se extienda aún más, el comerciante deberá pagar un coste, multa, o sanción.
¿Merece el pueblo azulgrana tal destrato e indiferencia?
Este pueblo sanlorencista que sigue dando muestras de cada vez mayor adultez, respeto y paciencia. Que llena la Plaza de Mayo y no genera un desmán. Que con toda su bronca va a Av La Plata, traga saliva, se manifiesta y vuelve pacífico a su casa a seguir esperando.
Con mucha bronca pero con la esperanza intacta,
y con muchas ganas de no desilusionarse de esta dirigencia,
Les mando abrazo cuervo!
Omar Souto
Socio Refundador N. 08692