
RECORDANDO A ISIDORO BLAISTEN
29 agosto, 2016RECORDANDO A ISIDORO BLAISTEN
A 12 AÑOS DE SU FALLECIMIENTO
BOEDENSE POR ELECCIÓN
Fue brillante un brillante escritor, uno de los grandes cuentistas de la historia de nuestro país, un hombre con humor de un manejo de la ironía magistral.
Nació en Concordia el 12 de Enero de 1933, y fue redactor publicitario, periodista, librero y fotógrafo. En 1965 escribió su primer libro que es de poemas “Sucedió en la lluvia” que fue premiado por el Fondo Nacional de las Artes, pero lo suyo no eran los poemas, sino los cuentos comenzando a escribir en la revista literaria “El escarabajo de oro”, y en 1969 aparece su primer libro de cuentos “La felicidad”, tres años después “La salvación”, en 1974 “El Mago” con el cual obtuvo el Premio Municipal de Narrativa en la Ciudad de Buenos Aires. Hacia 1980 presenta una de sus obras de más renombre “Dublin al sur”, este libro reúne doce cuentos brillantes que mantienen el interés permanente del lector, y como decía en el prólogo el propio Isidoro Blaisten “Siempre habrá suicidas convencidos, desamparados que merodean los lugares de la estupidez de las vanidades humanas”. En esta obra ratifica su brillante inventiva verbal.
En ese Boedo de los setenta en las mesas del café Aviñón (dentro de la galería de San Juan y Boedo) o en el Canadian (hoy Homero Manzi) era común verlo tomando su café y escribir en los viejos cuaderno gloria, y tantas veces con su ingenio, comentó ¿Viajar? ¿Para qué viajar?, “para después pasar diapositivas con fotos en el Partenón reconstituido , si el verdadero se lo llevaron columna a columna los ingleses, tener que contar siempre la misma anécdota de Copenague”, ¿Para qué viajar?, para al regresar hacer una reunión de amigos y contar que Venecia es sucia y los canales tienen olor feo? “No. Lo pienso y digo sentado en las mesas del Canadian que por San Juan y Boedo pasa el mundo, si en este café alguna vez se sentaron a escribir Leónidas Barletta, Roberto Mariani, Elías Castelnuovo, Alvaro Yunque, Nicolas Olivari, Cátulo Castillo, Homero Expósito, Gustavo Riccio , Galvez y los dos Tuñón, si a lo mejor en esta mesa César Tiempo inventó a Clara Beter y trastocó Buenos Aires”. Afirmaba Isidoro Blaisten.
Desde las ventanas del Canadian mientras escribía sobre los 400 años de la segunda fundación de Buenos Aires veía pasar el mundo por San Juan y Boedo, y así todos los días levantando su mano saludaba al escritor boedense Atilio Castelpoggi que se metía en la boca del subte con su clásico portafolio, o algún pibe con camiseta de San Lorenzo que soñaba con el triunfo del Ciclón el domingo siguiente, ahí en esas mesas de café escribió parte de su notable obra.
En 1981 publicó “Cerrado por melancolía” y dos años después su primer ensayo: “Anti-conferencias” justamente el primer libro que leí suyo, con la dictadura en retirada en 1983, marcó parte de mi mirada revisionista de las cosas, a partir de ahí conocí su obra maravillosa y rasgos de la vida de un hombre con una integridad moral absoluta que ayudaba a abrir cerebros y con un compromiso con su tiempo.
Blaisten fue un tipo que vivió como se pronunció, poco común en la hipocresía reinante y el vende-humismo de las últimas décadas.
En una entrevista le preguntaron: ¿Usted a que clase social pertenece?
“Hubiera querido ser un príncipe lituano, pero no soy más que un “mersón” de San Juan y Boedo, mi familia es toda pudiente, yo soy casi un marginado, no tengo casa propia, no tengo automóvil, no tengo ninguna parcela en un country, no tengo televisor y tengo cincuenta años, nunca fui bueno para los negocios, ni me interesaron, puse un librería en una galería de San Juan y Boedo entre 1973 y 1980 y no entraba nadie solo los amigos escritores, un día puse el cartel en la puerta, me fui y puse cerrado por melancolía”.
En 1985 publicó “A mí nunca me dejaban hablar”, al año siguiente “Carroza y reina”, en 1992 “Cuando éramos felices”, en 1995 “Al acecho” y en 1997 “Antología personal”
El 28 de Agosto del 2004 a los 71 años falleció Isidoro Blaisten, Boedense por elección.
Adolfo Res (Conductor San Lorenzo Ayer, Hoy y Siempre)